Recuerdo claramente aquella tarde, con el viento soplando y las lluvias intermitentes. Habíamos acordado encontrarnos mis compañeros del Foto Club de Bahía Blanca para dirigirnos al Club Náutico y capturar algunas fotografías. Antes de partir, decidí añadir un toque especial a la temática del lugar y preparé tres barquitos de papel.

Monté en mi motocicleta y me puse en camino hacia el puerto. Sin embargo, a mitad de camino, fui sorprendido por una intensa lluvia que me obligó a refugiarme bajo el techo de una estación de servicio. Aquellos minutos parecieron interminables mientras esperaba a que la tormenta pasara. Finalmente, pude continuar hacia el Club Náutico.

Al llegar, me reuní con mis compañeros y nos preparamos con todo nuestro equipo, incluyendo mis barquitos de papel. Sin embargo, el fuerte viento que soplaba dificultaba enormemente la captura de imágenes. Dos de los barquitos que había construido fueron arrastrados por el viento y terminaron en el mar. Parecía que no tendría la oportunidad de obtener ninguna toma fotográfica.

No obstante, en medio de la frustración, divisé un pequeño charco en el muelle. Con el fondo de la zona portuaria y la luz del sol contraluz al atardecer, supe que había encontrado una oportunidad única frente a mí.

Con rapidez, enfoqué mi cámara hacia ese pequeño charco de agua y capturé una fotografía que evoca en mí hermosos sentimientos y recuerdos. A pesar de los desafíos y contratiempos, logré obtener una imagen que encapsula la esencia de aquel momento. La composición, con el reflejo del paisaje portuario y la cálida luz del atardecer, crea una atmósfera especial llena de belleza y nostalgia.

Esta fotografía en particular se ha convertido en un tesoro para mí, ya que me recuerda que incluso en situaciones adversas, la perseverancia y la creatividad pueden dar lugar a resultados sorprendentes. Aprendí a adaptarme a las circunstancias y a encontrar la belleza en lo inesperado.

Aquella tarde en el Club Náutico, a pesar de los desafíos que enfrenté, me enseñó la importancia de estar abierto a las oportunidades y de buscar la belleza en los lugares menos obvios. La fotografía me permite capturar momentos efímeros y preservarlos para siempre, convirtiéndolos en hermosos recuerdos que atesoro en mi corazón.